Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 16 de octubre de 2016

La voz del alma


Aquiétame las ansias


Aquiétame las ansias,
yo no sabía que el amor es como
una llamarada que en el silencio
 quema todas las palabras  .
¿ Cómo pude olvidar que fosforece ,
ahogado en un gemido y en el
eco sin eco de una lágrima?.

Aquiétame las ansias,
me duele el alma como herida quemada de sollozos ,
tiembla como una flecha hundida
en las entrañas y ante el umbral,
enmudecido, habla.
Señor, ¿por qué no me dijiste que
el amor no se escribe con palabras?.
Vengo a ti como el viento del erial,
herido por los cactus,
como tierra sin agua.
He quebrado, a tus pies ,
 todas las metáforas y supe al fin,
con el sabor dolido de mi carne,
que el amor no conoce otra palabra
que la sangre hecha ríos y el
clamor  hecho llantos.

Aquiétame las ansias,
despierta mis deseos de estar junto a ti.
Señor, dame una gota del mar de tu silencio
y quemaré en la hoguera de tus aguas
mis tormentos entre espumas
que se rompen en la arena.
Ahógame esta sed.
Apágame este grito,
aquiétame esta llama.
Vísteme Amor la desnudez
de  mi cuerpo con túnica de lirios en el alba.
Desata con tu aliento el corcel de mis ansias
y ven antes que la noche
con sus dormidos pies de sombras a anegar mi morada.

Aquiétame las ansias,
ya que el amor no se escribe con palabras,
precisa de tu calma.
Soy mujer de inmensidades ,
de plenilunios, de profundidades,
de corazonadas ciertas y mi amor resuena en ti.
Quiero que seas refugio,
mi aldaba, mi copa con tu amor desaforado
y que  se extasíen mis soles con tus ríos claros.

Aquiétame las ansias ,
quiero ser tu todo,
 quiero que seas mi plenitud más íntima,
mí ánfora y mi cayado ,
mi brújula y mi designio.
Cálmame , aquiétame , apacíguame,
arrúllame, aquiétame las ansias.
No tendré más futuro ahora que ser con tu rosa,
mi rosa, vivida en ti,
por  tí  en su olor , en su tacto.


Aquiétame las ansias y pon tus manos
sobre mi cuerpo estremecido,
buscando el vino de amapolas
que borra las huellas del dolor
y nos lleva al panal de luz y música del alma.

No sufro más por amor


No sufro más por amor,
a mi pesar tu alejamiento no puedo olvidarte,
¿Qué es el olvido?
¿Existe?
¿O son fantasías que uno tiene escondidas,
dentro muy dentro del alma?
¡ojala yo pudiera olvidarte!
pero es tanto lo que te amé y te amo,
que para mí será hasta la eternidad.
esta carta de amor es para ti como todas las que te escribí,
pero nunca las leerás,
no te acercaras a ellas,
no las busques ellas se ocultaran de tí.
¡que pena me da que no puedas leerlas!
pero mis ángeles que me protegen no quieren,
que tú las leas.

No sufro más por amor,
estoy en paz no sufro más por amor,
la poesía está siempre en mí,
dentro mío y busca afanosa,
anhelante,
páginas en blanco o trozos de papel,
para volcarse en ellos,
dando color, amor, a mi vida.
El tiempo está en suspenso.
Lentamente me sumerjo en la nostalgia de tu ausencia.
Respiro esa presencia que sutilmente, solapadamente,
en silencio absoluto, piensa en mí.
Labios, una flor,
su perfume es mi dolor,
ausencia tenaz.

No sufro más por amor,
aquí estoy bajo la desgarradora soledad de tú recuerdo constante,
temblando mi cuerpo a no tenerte al lado mío,
derramándome mis gritos bajo tu piel fantasmal
y traicionera,
queme ahoga desde esa distancia tan presente,
ya no se definir en la distancia,
si estas presente
y me matas con tu ausencia,
o si es tu ausencia tan fuerte
y arrogante que vive presente en mi forma afiebrada.

Daño irreversible


Daño irreversible,
me hiciste sufrir, me heriste,
al irte si despedirte a buscar otro lar,
ya no me amas.
El amor que tú sentías por mí se ha muerto lentamente.
Larga ha sido la agonía pero ahora mi vida es diferente.
Lo que te regalé una mañana de noviembre,
estoy segura que nadie te lo volverá a dar,
esas dos rosas espero que en tu cuerpo siembren la semilla.
Para que tú no me puedas olvidar.

Daño irreversible,
¿regalo, don, entrega?
Símbolo puro, definitivo, invariable,
signo de que me quiero dar.
¡qué dolor!
 separarme de aquello que te entrego
y que te pertenece sin más destino
ya de ser tuyo, de ti,
mientras que yo me quedo en la otra orilla,
sola,  pero todavía te siento tan mío.
¡Cómo quisiera ser eso que yo te doy
Y no quien te lo da ahora!
Cuando te decía “Soy tuya,
Sólo tuya”
Tengo miedo a una nueva que te lleve,
en un minuto al amor entero y nuevo a ti debido.

Daño irreversible,
un ayer no se olvida,
acunado ayer era amor.
No se olvida a una flor aunque cause  una herida
y sin un adiós en partida.
causa inmenso dolor, pero es daño peor,
si no se acepta la huída
y con el alma abatida se va el mudo en rencor
y no hay salvación ni esperanza florida
y una idea indebida ve una puerta y salida
y yo con grito y clamores te pido que,
no me olvides jamás.
¡ah! Si fuera la rosa que te di,
la que estuvo en riesgo de ser otra y no para tus manos,
mientras no llegue yo, tú la ascenderás al irte,
deshojándola para que no recuerdes,
ya todo a salvo de otro amor u otra vida
que viviste conmigo.

Daño irreversible,
Y ahora te espero a ti, lo soñado,
flotantes marchando sobre el mudo, tratando de encontrarme
y darme todo su amor, sus caricias, sus tibios abrazos,
Sus besos sin fin
¡al fin desapareció el daño irreversible!
ahora puedo ser feliz, colmada de dicha,
enlazada en segundos en un cuerpo viril y fuerte,
que me estrechara con pasión.