Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 14 de junio de 2013

Detén el tiempo


Recomenzar

Recomenzar, reiniciar mi vida dando una nueva oportunidad a mí misma, renovando las esperanzas en la vida y lo más importante creer en mí nuevamente planteándome nuevos desafíos.
Mi corazón se está despejando, pronto para la vida en procura de un nuevo amor ya que nosotros somos el Amor y siempre seremos capaces de amar muchas y muchas veces.
Recomenzar con alegría, ante ligerísimas tentativas de altas quejas de espuma dando al aire sol y viento, deseos que se alzan al más allá de un ansia que se muere en mil cristales.
Recomenzar entre blancuras que logran entenderse, amores que se inician en las mañanas dulces del estío estrenando nuevos idilios.
Reanudar la vida como resurrección de mares plácidos y tranquilos entre querencias muy antiguas, sin esperar ni soñar que todo dura como mármol erguido y eterno porque desfallece en una u otra orilla.
Recomenzar retomando de entre tantos fracasos, los infinitos deseos de salvarnos dejando en el olvido las cien, las mil, las incontables figuras cristalinas que se evaden ligeras por nuestras fuerzas interiores que nos llevan a volver a este presente que Hoy vivo entre juegos de raudo amor colmando mi alma de asombros milagrosos.
Recomenzar frente a mi liso espejo de vida, amaneciendo serenamente, entre el bienestar tibio de estar conmigo misma es como si estuviese ya en lo sumo, en lo perfecto.
Y surgen nuevos poemas, prosas de amor bajadas de altas cimas, vienen desde lejos, desde adentro de mi alma, hay algo que me pide que siga con mis frases, despacito y sin prisa y por mi piel vuelven y corren tibios presentimientos que las plumas finas del aire ya cubren de ideas nuevas mis papeles ansiosos de que recomiencen y se alumbren los nuevos intentos.
Recomenzar entre ocurrencias no fugaces, sí con chispas que brillen en el cielo y entre curvas y más curvas se reinicia mi vida, dibujando mi anhelo en la luz del alba, multiplicando amplios destellos, encendiendo de amor mi mundo.
Recomenzar cantando loas a la vida mientras mi lira la aclama, canto a lo grande porque va dentro mío y mi corazón en las alturas ama.
Siempre tendré desde ahora en mi laúd cantares, sin desdichas ni pesares y en el rosal de mi cariño, jazmines, azucenas, alelíes, maravillas de mi jardín entero.
Recomenzar las alas de mi numen que me llevan con su amor a expresar mi dicha honda brillando en el fondo de mis noches mis versos de amor soñados que flotaban en mi derredor como nubes de perfume.
Recomenzar con monosílabos tan sólo, entre luces, sombras y silencios, como fugitivas centellas rebotando en sus reflejos.

Ríos de la vida

El agua corre presurosa aún cuando deja de llover, así corrían mis lágrimas antes de conocerte a ti.
A la sombra verde de los enternecidos álamos, a la orilla del río busco la sombra de la vida que pasa, me abraza, me lleva con ella en los espejos del agua, cantando por tierras y mares.
Ríos de vida, a veces turbulentos, impetuosos, a veces pacíficos y sin tristezas, con amores profundos, fugaces y tiernos.
A tus orillas seguiré soñando con caminos a emprender, nuevos y plenos de vida.
Voy en naves, guiada por las estrellas, viviendo cada día como si fuera el último hacia la luz, aire y sones me acompañan.
Ríos de vida, me llevan a la danza con palmeras con alas, con hambre de soles y noches de lunas, buscando el amor que no he perdido, que me busca entre árboles perfumados con formas de siluetas difusas en sus orillas.
¿Cómo encontrarlo? ¿Cantando?
Mi canto se va con el río, en procura de encontrar a mi amado, el fulgor de las luciérnagas me guía con su luz.
Ríos de vida, me conducen como náufraga perdida a sus orillas de olvidados lugares donde el amor me está llamando y no en vano voy hacia él, sin angustias ni rencores, alargando mis manos y abriendo mi corazón para que los instantes esperados me lleven hacia él.
Ríos de vida a veces nos dan señales, rostros repetidos del pasado, en quienes inútilmente buscamos signos de amores olvidados.
A la orilla de los ríos y en las manos de los aires, me voy en pájaro o nube, cortando el aire con los pasos de los años, sin tinieblas en mi cuerpo ni relámpagos repetidos en mi vida.

Bailando con el alma

Al bailar con todo el cuerpo  se expresan en sentidos, sin arrepentimientos,  los sentimientos íntimos y profundos del alma.
Bailando conmigo misma es bailar con el alma. Sentir el deleite, la satisfacción gozada de estar en otro mundo que me lleva a un más allá, flotando en un vacío incierto.
¡Qué complacencia posible si el alma baila con la música única, gozada!
Bailo entre letras y palabras que se unen para hacer estos poemas, ese baile que llena de amor este espacio estrellado y único. El corazón también danza al ritmo de los versos que dibujan con trazos musicales el gran amor de mi vida.
Bailando con el alma con una sonrisa en los labios y un juego de luces en la danza.
Bailando con el alma  como bailan las olas en el mar, como vuelan con el vals, las gaviotas con la fuerza del viento, en un suspiro en un momento.
Bailando con el alma, con la luz de las estrellas con la cabellera de los cometas, con el Sol que guía con la Luna que en penumbra descalza la sombra.
Bailar conmigo misma como los cauces de los ríos,  dando vueltas como vórtices. Hacer que la vida silbe en mis pasos fluidos como chorros nacidos de un gran manantial.
¡Con amor! ¡Con absoluta embriaguez de danza y música!¡Bailando con el alma! Fiesta del corazón colmado de esperanzas, baile eterno…
El espíritu como de gasa y oro se abre como un camino alado danzando sin prisas y sin aliento contenido.
Bailando con música acompasada que nos llega a lo hondo y nos hace vibrar porque lo hacemos con Amor que ha impregnado todo nuestro ser.
Bailar es una forma de comunicarse con uno mismo y el mundo que nos rodea
¡Bailando con amor! Para ti, para mí y al hacerlo la felicidad fluye en todo aquel que está en nuestra esfera. El baile nos envuelve de lo que va y viene, de lo que nos lleva, sinuosos… hacia el descubrimiento del amor.