que no es misterio, estás en mis sueños y en el alto silencio de la noche, un soñar mío empieza al borde de tu cuerpo y en el mío el tuyo siento.
sin saber quién eres tú, verde de mis prados, dueño de mis cielos, sabor del fruto prohibido.
dedicándote el alma mía a la tuya, a la luz de quererte, en el gran silencio por la tierra, por el cielo, en las suaves voces de nube, todo el cántico del amor va hacia ti.
no dejaré de buscarte, saltaré muros de agua, anchos fosos de aire, vallas de piedra, setos de bosques y te encontraré.
que hace que tu aliento mitigue mi llanto y tu mirada guíe mi camino porque tus ojos son secreto de mi amor. Me llevas en tus días, en tu alma, en tu pecho, en tus labios, en tus palabras encendidas, lejanas sí de honduras de cielos o entrañas de la tierra.
déjame volar hacia él, con el alma del alma y tan sólo un momento fugaz, eterno, es tiempo infinito.
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