Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 17 de mayo de 2012

Una red



Una red tejida de sueños con hilos de aliento y de ilusiones donde tu y yo estamos envueltos entre dulces caricias y besos arrebolados. 
Busco en praderas de papel sobre la grama menuda las letras de mis poemas que en la red se entretejieron.
¡Qué mágicos alfabetos en las hojas sin tachas surgieron  unidos en la red infinita inspirados por ti!
Odas lejanas en cláusulas marmóreas, blancas, de celestes temas, lentas pasaron entre los lazos que la red anuda.
Tú y yo en la red del amor abrazados en las hojas de la mañana nos amamos ¡que milagro!
Con mis manos levanto una tormenta, vientos huracanados, nieblas tenebrosas para que nos escondan mas allá de todo que entre la red  de la vida plena de angelicales arrullos de nuestras almas enamoradas.
Nuestros destinos se estremecen sobre el heliotropo del crepúsculo y escondidos entre hileras desteñidas de redes de ternura nos amamos más allá del tiempo.
Nos miramos a través de las sombras de la red y sin querer viviremos fieles a nuestro destino donde el mar aun dulce nos entrega sus orquídeas de sales para que nuestros corazones como bandadas de cardenales se agiten, aleteen y palpiten entretejidos entre hilos de amor. 
La red, ¡que sensación de bienestar es estar entre tus brazos, trémula de amor en la malla fina y transparente que nos oculta del mundo para descansar y amarnos a solas.
Esta dulce vida que nos lleva a que el destino nos estremezca  y en volandas nos entregue a una luz de amante con hilos de plata en torno a ondas de calma.

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