Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


domingo, 12 de agosto de 2012

Luces, amores y sombras


Te espero en la luz amanecida,  la luz que hiere al iluminar los ojos,  en forma imprevista sin saber por cuál oscuridad vendrás,  detrás de qué sombras me acariciarás,  misterioso como la noche en su madrugada.
Me buscas entre luces y sombras para ampararme  y en templanza infinita me cobijas. Me esperas no en el olvido, sí en los días futuros,  los acaparadores de dichas,  de luces, amores y sombras.
Mi tristeza, la que inundaba mi alma, me la ha robado la noche, era mía,  era bien mía, pensaba decirla en versos,  darle forma como dan las lágrimas  forma tibia al dolor de adentro…
Pero a ti entre luces, amores y sombras  mis confidencias te entregué y lograste que mi tristeza esté ahora lejos, muy lejos,  en las estrellas altas, en esa brisa fresca ya fuera de mí.
Te pido, te suplico, me traigas la risa,  la risa limpia,  pura, cosquillosa  y áurea,  la que nace de lo hondo del alma con tu insólita prudencia.
¡Haz que retorne otra vez mi risa, la cantarina, la cálida! ¡Ansias!... con deseos de regocijarse en el vacío de estar contigo,  de rodearnos de la nada, para propulsarnos hacia lo Eterno.
Se pide tanto a la vida que cuando se recibe algo,  no se sabe qué hacer con ello por eso tú y yo no pidamos nada sólo el estar juntos en silencio entre luces, amores y sombras. No sabemos por qué causa surgió entre los dos  la oportunidad compleja y misteriosa de encontrarnos  pero frente a ella debemos ser fuertes, generosos y agradecidos.
¡Ay! busquemos el espacio justo para ser recibido el uno al otro sin invadir el propio. No desperdiciemos los instantes dados,  los que llegan así de improviso  y veremos en esa noche oscura la luz prístina sin sombras,  sólo innúmeras luces en lo alto  para que suene la vida en su verdadera partitura, con su secuencia rítmica, estilo propio y nuestro, ¡sólo nuestro!
Siénteme, no me dejes en el tiempo de luces, amores y sombras  en el que el amar se queda suspendido en los poemas internos  y un hacer en un plano impecable y anónimo  donde no existo en la realidad de vida…

No hay comentarios: