Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 1 de enero de 2013

Habitas mi morada


Estás aquí intangible e ingrávido, habitas mi morada interior, como el refugio, tu nido precario pero cálido.
Aquí, los muros de mi alma guardan secretos inconfesables, misterios expectantes, pero profundos para defenderte de los vientos que inclinan la vida.
Habitas mi morada, mi Yo interior, donde la paz reina por doquier y el manantial de la dicha que emana en el jardín de mi alma te reconfortará de todo el dolor del ayer.
Bajo la sombra de mi morada el amor iluminará los días y las noches.
Habitas mi morada, mi espíritu todo, la soledad es ahora compartida y flotando alto, muy alto, las sonrisas serán nubes que volarán hasta el cielo infinito.
Habitas mi morada y entre sus muros tú y yo apartados del ruido y de las sombras, sin miedos ni dudas quebraremos el umbral con la paz de nuestras almas.
En este lar interior, muy nuestro, soñaremos con bosques floridos y nos dejaremos ir a las cumbres del lucero.
Estás aquí, muy dentro de mi yo, en mi morada que con dulzura y amor hace iluminar el goce de tu mirada.
Ya no más neblinas que envolvían tristemente mi alma, mi corazón ahora descansa en la rama breve de tu pecho, en la esencia de tu ser.
Es tiempo de que juntos suspendidos en la nada, entre versos y romances, cobijemos con ternura el amor que se asomó entre nuestras almas y así con hilos infinitos tejeremos la vida sintiéndonos amados.

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