Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 21 de enero de 2013

Laberinto de seducción


Laberinto de seducción, escondite secreto, puertas levadizas, trancas con cerrojo, que no conducen a ninguna parte.
¿Es que acaso no existe el sendero que me libere de este juego de seducción que me conduce tan sólo a envolverme en un manto de lágrimas?
Delicadas, ardientes, nuestras almas se buscan por un laberinto de soledad, en una melodía que acaricia los sentidos, instintos que convocan arrebatos de pasión.
Laberinto de seducción, mi camino fue hacia tu plan que me condujo en un extraviado concierto a que mi alma se rindiera y la copa de mi sentimiento se volcó íntegramente hacia ti.
En este paraíso de los tiempos del alma, voy intentando alejarme, recorro senderos, tupidos follajes, sendas inconclusas y no encuentro la forma de alejarme de ti, tú, el que traes a mi mundo tus misteriosos artilugios para enredarme en hilos de tristeza y sed de sollozos.
Negarme a vivir quisiera en las sombras del olvido pero la vida me declara todo tu amor vivido.
Laberinto de seducción, donde tu sombra vive de eternidad… Enciendo velas para encontrar el lugar donde el viento sacude su negra soledad.
Ayer acaricié el pétalo de tu sombra ¡Qué extraño fue!
Tú, el que me llevó a caminos demolidos, quitando los pasadizos del incierto vespertino pero no puedo apartarme de ti, la música de tu voz me lleva a un júbilo nuevo, pleno de placeres y gozos inesperados,
Perdidos entre los recodos del laberinto nos buscamos a tientas, seducidos por nuestra pasión. Nos abrazamos en el aire del mundo y nos volvemos a alejar.
Laberinto de seducción, en ellos se estrenan los gozos primeros, los sones del amor nuevo, las huellas de un vivir transido de un querer.
Déjenme salir, procelosa y airada, sin destellos de penas ni de dolores, desaparecer en la quietud de la noche para ser tan solo un recuerdo en el tiempo vivido, en el ayer, sin esperar un retorno al laberinto pasional que nos imprimió marcas sobre nuestro anhelado futuro.
Laberinto de seducción, en el que las presencias de siempre, no bastaban y no nos hallamos con las manos, con los gritos clamando, con las bocas sin besos, ¡ya no más, sólo nos quedan cicatrices dentro del alma por toda la eternidad!

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