Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 11 de junio de 2013

Te quiero junto a mí

Te quiero junto a mí, recorriendo el largo y serpenteante camino de la vida.
Aunque el cantar de los grillos, el murmullo suave del viento y destellantes astros del cielo me acompañen en estos momentos, te quiero junto a mí.
Te quiero junto a mí, alegre y apasionada nunca podré ser si tus besos en mis labios no puedo poseer.
Te quiso y no puedo dejar de quererte, no puedo olvidar tus besos ardientes.
Te quiero junto a mí, los crepúsculos danzan en el cielo, busco tu voz en todas partes y no la encuentro, pido ayuda al viento, lanzo un grito al cielo ¡te quiero!... ¡mi amor, te anhelo!
Te quiero junto a mí, te necesito, quiero que sepas que eres todo para mí, si estamos juntos, aceleradamente la noche moviliza brisas tiernas, se cubren las enredaderas de jazmines con vergeles súbitos y se dibujan, diestramente, arabescos celestes con luceros en nuestro cielo.
Te quiero junto a mí, lo fácil en el alma es lo que tiembla al sentirla venir y estar muy unidos, tú y yo sintiendo el temblor de la dicha anhelante de verse conquistada.
Quédate junto a mí, ninguna distancia podrá borrarte, no hay imposibles para los dos, toma mi mano, no te voy a soltar porque sería como romper una promesa, lazos invisibles que nos unen desde el más allá.
¡Qué sencillo el gran milagro de estar juntos, muy juntos, tú y yo!
En esta luz del poema, todo, desde el más nocturno beso al cenital esplendor, todo está mucho más claro.
Te quiero junto a mí, gran escenario, horizontal silencio que va a llenarse todo, porque unos labios se abren suavemente y nuestras voces desnudas se dicen a sí mismas, inolvidables.
Te quiero junto a mí y así surgirán de la nada, del espacio vacío las letras de nuestro cántico, autores lentos somos de alegrías de la vida que el suave viento alza y las entrega al mundo que las espera en las altas madrugadas del día.
Te quiero junto a mí, consumación feliz de tanta ruta, último paso, amantes, pies en el aire que lleva amor a donde amor espera
¡Somos imágenes que inclina su hermosura sobre espejos que nunca las reflejan! Me dices que mis ojos brillan como la luna y que mi belleza es como el mar, eres la mujer que quiero amar, por esto te quiero junto a mí.

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