Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 12 de abril de 2014

Alma errante


Alma errante.
Volando en el horizonte
de la noche misteriosa y oscura,
acariciando el día luminoso,
va por los caminos solitarios,
va desasistida,
de puerta en puerta,
entrando por ventanas entreabiertas,
de ojo en ojos,
errabunda y frágil,
vagabunda,
profundizando abismos.

Alma errante.
Por inercia ella cruza lentamente,
sin ánimo el sendero,
con la esperanza de hallar un cuerpo que a ella la habite.
Cualquier oreo la conmueve,
cualquier paja a ella la irrita,
está hecha de retazos,
de cicatrices,
de heridas punzantes.
Alma que anhela anhelos
que invisible te deslizas deseando
 que otros te mojen de miradas tus pupilas solitarias.

Alma errante.
Perdida en el sueño,
 dormida vas por la vida,
 fantaseando en tus míseras miserias
 volando entre la neblina.
Barco naufragando siempre en mares
 que no la invitan por eso navegante
 y sola vas deshojando margaritas.

Alma errante.
Triste y meditabunda en el vaivén de las horas,
en la brisa que musita en el canto del silencio,
en la soledad del día.

Alma errante.
Buscas el círculo que incluye los lugares,
mares, estrellas,
cielos, árboles,
flores, puede ser pequeño,
grande  infinito según el alma que quieres habitarlo.

Alma errante.
En lo triste de la noche,
 entre la densa neblina,
 golpeada por la lluvia interminable,
 envuelta en el mar salado,
en lágrimas se destila.
Hasta que se vuelve un cauce,
un torbellino de brisa,
una nota en el vacío,
 un eco que no termina,
un silencio atormentado,
un pentagrama vacío.

Alma errante.
Anda entristecida con la esperanza
 de darle reposo a su travesía.
Un alma que anda buscando en otra alma hallar vida.
Escala las altas montañas,
espera a que otras miradas surjan para verla de cerca
y descubran qué oculta su interior que sólo es amor y luz.

Alma errante.
Desgarrante e infeliz,
ten paciencia,
clama por la paz y la felicidad
y alguien con ligereza encontrará tu mensaje en el bosque,
en el cielo,
en el este por donde sale el sol
y con delicadeza te cubrirá en tu tierra herida
 a fin de que puedas renacer de prisa
 y encontrar por fin lo que tanto tiempo necesitaste para ser feliz.

Alma errante.
Distante,
ya casi la última,
sal de tu gran mundo a oscuras y trémula
y vacilante ve en un gran vuelo irreal en búsqueda de la verdad,
labra tu vida,
camina deslizándote para renovarte y vivir de vuelta a ti,
aumentada en tus dones sin fin.
Cierra las preguntas,
 húndete en tu querer,
llenándolo de síes,
 de gozos,
de algarabías y no vueles por el aire
 como las mariposas o las nubes flotantes,
busca donde te espera el amor total de otra alma errante.

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