Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 28 de junio de 2014

Florecer del alma


Florecer del alma,
que busca ese afán
de claridad y alegría
levantando en espumas de amor altísimo
hacia el cielo,
espumas de luceros,
sí, de estrellas que me salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones.

Florecer del alma,
desafía días,
 horas,
 segundos,
tras suspirar con el alma
florecido de amor.

Hoy mi alma florece en ti,
eres la razón de mi existir,
si respiro lo hago por ti,
si vivo, vivo por ti.

Florecer del alma,
mi alma florece en ti
entre jacarandaes,
amapolas,
 alelíes,
 jazmines
 y heliotropos.

Pienso en este amor en silencio,
son ecos altisonantes,
este amor que nos encontró
y nuestras almas florecieron.

Florecer del alma,
mi alma florece en ti,
en ti, mi amor.

¿Cómo me vas a explicar, di,
 la dicha de esta tarde de primavera,
si no sabemos por qué fue,
 ni cómo, ni de qué ha sido?

¡Cómo vagaron sin rumbo
y sin torpezas
tus caricias!

Largos gozos iniciados,
caricias no terminadas.

Florecer del alma
que nos inunda el corazón
en brisas de risas
que anuncian la alborada.

Cuando se desvanecen los fuegos
de las centellas de la pasión
entre sus espinas bellas,
los epigramas florecen.

Florecer del alma,
como un campanario
canta la alegría
cuando nuestros corazones
se unen entrelazados
y el tumulto brota de la melodía
y nos reímos de placer
en nuestro florecido lecho,
la risa retoza como un potro
altanero y gentil.

¡Lástima que la vida se alboroza pocas veces así!

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