Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


jueves, 30 de abril de 2015

Nació nuestro romance


Nació nuestro romance
como una ráfaga,
violenta, como un huracán vertiginoso,
desde lugares distantes.

Fue como una nube,
tal vez una corriente renovada,
fue como estrella,
como lucero que brilla,
que titila y parpadea.

¡Ah, nuestro amor!
Fue un viento pasajero,
fue como el mar,
más bien como marea.

Nació nuestro romance
y se clavó como una espina o dardo
sin dolor en la hondura de nuestros corazones,
es como el bello canto de la alondra,
es como un sol que en el ocaso se desliza.

Hoy nuestro amor
se torna transparente y es nuestro presente.
Nació como un manantial puro
y virgen de la montaña,
recorriendo caminos diferentes y pendientes
hasta llegar al remanso de paz.

Nació nuestro romance desde lontananza,
más allá del cosmos
y se fue acercando para unirnos cada vez
en forma más entera y profunda.

Nos buscamos hasta en la penumbra,
donde nuestras almas
en dicha total se encuentran
y nos vamos lejos, juntos,
a estar en completa comunidad de espíritus.

Entre ríos de música
y lluvia de pétalos de flores,
serenamente, nos abrazamos,
somos uno en dos.
Somos árbol que va floreciendo
de a poco y hoguera sin humo,
sólo con luces multicolores.
Y nos envuelve el olor de las glicinas
y de las madreselvas,
derramándose por doquier.

No dejemos que este romance termine
en espejos de recuerdos
del áureo paraíso logrado.

Busquemos esa perfecta unión
que acerca más que abrazo
o beso de nuestra vida
y de su gran proyecto de dichas de futuro,
acercándonos al presente
para darnos largas dulzuras del minuto,
del tiempo que estamos viviendo.

No hay comentarios: