Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 23 de abril de 2015

Recomenzar


Recomenzar,
reiniciar mi vida
dando una nueva oportunidad
a mí misma,
renovando las esperanzas
 en la vida
y lo más importante,
 creer en mí
nuevamente
planteándome nuevos desafíos.

Mi corazón se está despejando,
 pronto para la vida
en procura de un nuevo amor
ya que nosotros
 somos el Amor
y siempre
seremos capaces
de amar
muchas y muchas veces.

Recomenzar con alegría,
ante ligerísimas tentativas
de altas quejas de espuma
dando al aire sol y viento,
deseos que se alzan al más allá
 de un ansia
que se muere
en mil cristales.

Recomenzar
entre blancuras
que logran entenderse,
amores que se inician
en las mañanas dulces del estío
estrenando nuevos idilios.

Reanudar la vida
como resurrección de mares plácidos
y tranquilos
entre querencias muy antiguas,
sin esperar ni soñar
que todo dura
como mármol erguido
y eterno
 porque desfallece
en una u otra orilla.

Recomenzar
 retomando de entre tantos fracasos,
 los infinitos deseos
de salvarnos
dejando en el olvido
las cien,
 las mil,
las incontables figuras
cristalinas
que se evaden ligeras
por nuestras fuerzas interiores
que nos llevan
a volver a este presente
que Hoy vivo
entre juegos de raudo amor
colmando mi alma
de asombros milagrosos.

Recomenzar frente a mi
 liso espejo de vida,
 amaneciendo serenamente,
entre el bienestar tibio
de estar conmigo misma
es como si estuviese
ya en lo sumo,
en lo perfecto.

Y surgen nuevos poemas,
 prosas de amor bajadas
de altas cimas,
vienen desde lejos,
desde adentro de mi alma,
 hay algo que me pide
que siga con mis frases,
 despacito
y sin prisa
y por mi piel vuelven
y corren
 tibios presentimientos
que las plumas finas del aire
ya cubren de ideas nuevas
 mis papeles ansiosos
de que recomiencen
y se alumbren los nuevos intentos.

Recomenzar
entre ocurrencias no fugaces,
 sí con chispas
que brillen en el cielo
y entre curvas
y más curvas
se reinicia mi vida,
dibujando mi anhelo
 en la luz del alba,
multiplicando amplios destellos,
encendiendo de amor mi mundo.

Recomenzar
 cantando loas a la vida
mientras mi lira la aclama,
canto a lo grande
porque va dentro de mi
y mi corazón
en las alturas ama.

Siempre
tendré desde ahora
en mi laúd
cantares,
sin desdichas ni pesares
y en el rosal de mi cariño,
jazmines,
azucenas,
alelíes,
maravillas
de mi jardín entero.

Recomenzar
 las alas de mi numen
que me llevan con su amor
a expresar mi dicha
honda
brillando en el fondo de mis noches
mis versos de amor
soñados
que flotaban en mi derredor
como nubes de perfume.

Recomenzar
con monosílabos tan sólo,
entre luces,
sombras y silencios,
como fugitivas centellas
rebotando en sus reflejos.

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