Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 27 de mayo de 2015

Turbulencia


Turbulencia,
remolino de amor
que regresa a mi vida,
en un instante tenue,
impreciso,
que turba mis pensamientos
cuando en la metáfora de la vida
apareces meciendo mis recuerdos.

Vorágine de sueños,
de nuevo dibujo tu nombre
porque te amaba con total desespero
y ahora se ha tornado
una flecha sin retorno.

Turbulencia,
algarada de sentimiento,
a veces escucho
las melodías del ayer,
el dulce beso en mi boca,
perdido en el tiempo,
aquella ternura
derramada en mi piel
y ese amor tan intenso
que nacía de ti.

Tu recuerdo y tu figura
la tengo en mis ojos…
llega la noche y bajo la lluvia
te sueño moviéndose tu sombra inquieta,
el viento la desliza
como hoja caida
porque son las turbulencias del amor.

El amor se levanta de sus cenizas,
parece eterno,
siempre regresa,
cuando menos lo esperas
lo tienes en mente,
resurge de sus cenizas
brotando como una flor
y vuelve a desplegar
sus alas ¡nunca muere!

Torbellino,
perturbación de placer y gozo,
deja que te invoque
en la litúrgica hora de tus ansias
al momento que calla el tiempo.

Algarada que me deslíe
en piezas concéntricas
como gotas de agua
cayendo de la nada,
abrazada al borde de la prisa…
Turbulencia abstracta
que no se separa de mis labios,
puente levadizo permitiendo
el paso del bergantín del amor
al puerto seguro.

Manifestación de estrellas
en el manto de la noche,
un cúmulo de silencio,
reverberando de pasión
el amor encontrado.

No más vacío,
como un oscuro vuelo
repiqueteando la veta en mis pupilas,
haciéndome ínfima
en la elevada cumbre de tu aliento.

Turbulencias de ilusiones y esperanzas
que se levantan hasta el cielo
navegando con la luz de las estrellas,
no traspasan el aire,
no se envuelven con las nubes
y con donaire claro el espacio llenan
con amor de alas de seda
y besos de colores.

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