Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 19 de septiembre de 2015

Entonces


Entonces

Entonces, no hace muy poco tiempo, viniste a mi vida y
yo desperté del letargo en que estaba sumergida.
Tu amor me sorprendió, tus besos cálidos dejaron huella en mi boca.
Entonces, repaso la ternura en que se injerta,
el color de tu piel que me soborna.
Entonces, adoro tus palabras que trastornan y oprimen mis sentidos,
que esperan tus besos, tus abrazos, tu cuerpo junto al mío.
Entonces, lentamente acaricio tu pecho en descubierto, lo beso y
apoyo mi mejilla en él con mi total placer.
Entonces, en un instante, rápido y sorpresivo me haces tuya,
sintiendo la felicidad de estar junto a ti.
Y así yo hambrienta de amor doy una llama que tu cuerpo,
por deseo reclama.
Entonces, los dos en nuestro lecho entibiecido, dormitamos juntos,
muy juntos, sintiendo nuestros corazones latir.
“No todo es poesía,
pero en todo hay poesía” 

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