Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 19 de abril de 2018

Mil horas





Mil horas, tan largas pero también tan cerca.
Se detuvo el tiempo en un instante
ya fue olvido.
Mil horas de espera interminable
tú tan lejos y yo tan cerca de ti
que alargo mi brazo en un indefinido tiempo de espera
y tú no estás conmigo.

Mil horas son mil instantes de profunda espera
ya que tú en la distancia , allá lejos
y en este Hoy de mi vida ni cerca estás en mis brazos.
Mil horas de trágica nostalgia,
es dolor y locura no estar contigo,
abrazada a ti con nuestro amor imposible y ensangrentado.

Mil horas de contemplación insondable,
inconmensurable la noche de la espera
que fue poco a poco diluyendo en una nada.
La vida cambió tan de repente como si nada,
sin los sueños cuando estaban allí delante.
¡ Qué lejos al parecer de los ojos!.
Parecían nubes altas, fantasmas sin asideros,
horizontes sin llegada.

Mil horas donde estamos del otro lado de los sueños que soñamos,
a ese lado que se llama la vida que se cumplió.
Aguardo a que fervores estivales
recuperen las huellas de tu cuerpo
y resuelvan en cánticos frutales el fuego que nos servía de sustento.

Mil horas en larga agonía por tu desaparición
envuelta en misterios insondables y trágicos.
Mi alma muere lentamente temblando y pensando tan sólo en ti,
el necesitado y hasta mi corazón multiplicado
arderá entre las ramas del umbrío bosque.

Mil horas  de viento helado
azotando mi cuerpo desesperado, es un aire inverosímil,
que golpea mi cuerpo
y empuja mi sangre con ímpetus instantes de tristeza y  angustia.

Mil horas en las que soy medio abrazo apenas
y apenas medio beso,
tú no estás , no me completas.
Mil horas sin amor , mil horas de dolor , pena
y hondo sentimiento de heridas en mi corazón latiendo a prisa.

“ De pronto el amor se fue
ya era la noche,
duele el alma,
el día no se acerca”


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