Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 24 de junio de 2018

Pregunta más allá


¿Por qué pregunto dónde estás si no estoy ciega,
si tú no está ausente?
Si te veo, ir y venir hacía mí, a ti, a tu cuerpo alto y viril,
que se termina en voz como en humo la llama,
en el aire, impalpable.
¿Cómo no extrañarte si mí cuerpo clama por ti a cada instante, sintiéndome sola sin tus manos en mi piel?
¿Por qué debo preguntar al más allá, al horizonte lejano,
al infinito, donde tú estás y en qué dimensión desconocida te escondes?
¿Por qué tu ausencia se vuelve insoportable si no hay dudas de que nuestro amor no existe?
¿Cómo no sentirnos unidos si la vida como una gran sorpresa
no nos suelta con sus fuertes brazos diamantinos ansiosa de unirnos cada día más?
¿Por qué al estar tendidos juntos semidespiertos en la porfiada penumbra defendemos inmóviles, trágicamente quietos, imitando quietudes de negra noche?
¿Cuál es el motivo de que me crezcan poderosas alas,
en manos, pies y cintura para cortar como golondrina el cielo suave del agua?
¿Por qué más allá voy abriendo el tupido follaje de la misteriosa selva tras las calandrias y las rosas de primavera lejana
buscándote sólo a ti?
¿Por qué me siento casta, transparente, luminosa y serena
como la inmensidad verde y azul del mar que amorosa me abraza?
¿Por qué más allá, en la lejanía te siento cerca,
sin que las sombras y las altas nubes cubran nuestros cuerpos
quebrando el abrazo de estar unidos siempre?
¿Por qué siento que ángeles de coral vigilan nuestras almas,
convertidas en puentes que al infinito vuelan?

“Tú eres el seguro brazo
en que me apoyo,
por el camino incierto,
de muertes o borrascas”

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