Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 21 de agosto de 2018

La noche se acerca


La noche se acerca,
las penumbras me envuelven
cual manto de entrelazados
hilos de terciopelo azul
y pienso en ti.

Las nubes grises y altas
giran en círculos dibujando
en este atardecer tardío,
cerca del horizonte trazos de colores
que se van diluyendo en la nada.

La niebla torva del silencio
ahoga tu luz ausente
y como la sal traída por el viento
desde el mar
te pegas a mi piel y te vas despacio,
levemente,

La noche se acerca
y aquí estoy
con la desgarradora soledad
de tu recuerdo,
te siento,
estás en mí
como una sombra de fuego
y tormenta.

A través de la húmeda niebla
que es un velo
todo impregnado en llanto,
te vislumbro y deseo
estar en tus brazos
y la felicidad me inunda.

La noche se acerca
y te necesito cerca,
me llegan notas aterciopeladas
que recuerdan un concierto de amor.

La noche se acerca y te siento lejos,
en el dolor de la distancia,
del antes y del ahora.

La noche se acerca y tú no estás conmigo,
en una lejanía cercana
el agua modela tus formas
de hombre esculpido en el andar,
en el sufrir de las distancias,
en el querer de los recuerdos.

La noche se acerca
y tu ausencia tenaz me duele,
es mi dolor secreto,
mío sólo.

Ya no se definir en la distancia
si estás presente
y me hieres con tu ausencia
o si es tu ausencia tan fuerte
y desgarradora que vives
presente en mi mundo interior
desorientado y triste.

La noche se acerca,
con ese toque de misterio
que da el amor,
no te alejes más,
mis quejas solitarias
me colman el corazón
que con alas de ciudad
y voz de horizonte se alza
entre rumores de caricias
no dadas y besos olvidaos.

¡No te alejes más!
¡Ven con la noche
y tómame en tus brazos
es la hora de soñar con lo que fue,
es la hora de soñar con lo que será!

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