Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 27 de septiembre de 2018

Te siento


Te siento cada día rozándome invisible,
sutilmente,
impalpable,
sin tocarme,
te deslizas a mi lado
y aunque sé que siempre te he llevado conmigo,
eres siempre la suave,
dulcemente imposible,
mi lejanía luminosa.

Te siento cada día cantar,
más no sé donde,
eres algo que vive más allá de mi misma
y aunque siempre eres nube
y horizonte lejano mi espíritu
solitario te sueña siempre.

Mi alma te busca tras toda emoción
¡Mi camino está lleno de tu nombre!
¿Dónde estás?
¿Dónde estás?
Te siento llegar,
muy cerca de mí,
trastocas mi mente en un torbellino
y quiero cantar con la voz del alma
el himno del amor eterno,
quiero abrazar con mi cuerpo de luna
el templo de Eros de tu alma tranquila.

Te siento,
quiero sentir tu presencia huidiza,
sumergiéndome en la luz de tus caminos,
volar con el ritmo del viento
hacia las alturas del amor
y entregarme a ti para siempre
en el éxtasis de nuestra unión secreta.

Te siento,
tu suave aliento ya roza mi piel,
presiento tu ser que se acerca
y como todo en mi vida
es un presentimiento.

Soy como hoja media desprendida
que ya la agita sin llegar el viento,
quedo hoja temblorosa y conmovida
al imaginarte cerca de mí.

Te siento,
mi angustia y mi tristeza se han volado lejos,
sólo aparecen chispas,
destellos que calman en fervores
tu presencia cercana en innúmeros espejuelos
que sobre la faz de agua anuncian tu llegada.

Te siento y en una agitación creciente,
un festivo clamor de relumbres,
de fulgores,
proclama que estás
ya conmigo en una paz eterna
de amores y de goces.

Te siento ya y entre luces,
sombras, brisas, vientos,
el cristal es la espuma surtidora c
omo fugitivas centellas
refulgiendo en sus reflejos,

¡Ah tu voz lenta y triste,
ya la presiento a mi lado!
Eres mi sed,
mi ansia sin límite,
eres mi camino ansiado.

Te siento
y vas tiñendo con tu amor mis palabras
porque todo lo ocupas tú
vivamos siguiéndonos uno al otro
como el viento que lleva la hojarasca
y sumerge de besos la distancia.

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