Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 7 de enero de 2019

Déjame volar


Déjame volar por los aires nuevos,
hacia el cielo azul, hacia el mar plácido o violento
pero que me sienta libre como un pájaro
o mejor como una golondrina que después vuelve a su propio nido
donde están acurrucadas juntas plenas de amor.
no quiero ataduras, no me quites mi libertad,
déjame ser yo misma para que volando
crea nuevos poemas de amor
que se van entrelazando con las nubes, inquietos, bravíos,
por encontrar un lugar donde posarse
páginas que tiemblan de emoción al recibirlos.
Déjame volar no cortes mi albedrio, desata
tus cuerdas de amor a mi alrededor
tan sólo por instantes breves pero hazlo.
Te amo mucho pero eso no significa
que existan entre los dos candados, cerrojos, llaves mágicas
que no me permiten que sea libre por unos momentos de felicidad
por qué no puedo vivir en penumbras
que crecen con la vida esperando que me dejes libre,
libre para que pueda encontrar una musa más pura
en cuyo espacio verterá el olvido del encierro.
Esto no significa que no te ame, mi amado, es que tan sólo te suplico
me dejes salir de tus brazos que se enlazan con los míos   
para vislumbrar nuevos paisajes, plenos de flores,
crepúsculos rojizos, amaneceres límpidos,
lunas en sus eclipses
y la tierra seca esperando mis lágrimas
de felicidad como lluvia que refresca su aridez.
y cuando creas que puedo volar me hago invisible
detrás de un árbol así mi mano escribirá el poema deseado.
Déjame volar, devoraré mis gritos, mis temblores
y te dejare unos momentos con tu piel fantasmal y traicionera
que me ahoga desde esta distancia tan presente.
No me ahogues ni arranques mi carne con cada abrazo tuyo
aparecerá mi desamor y el alma en cada beso.
Yo no sé qué pretendes tu si matarme con tu amor arraigado
o dejarme presa para siempre.
No podrás, volaré lejos, muy lejos, viviré sin presentir tu cercanía
tan fuerte y arrogante
¡No me encontrarás!

                                                               “Una lágrima
                                                               encendida como beso de plata
                                                               limpia la noche procaz “

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