Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 27 de diciembre de 2019

Alas caídas


Alas caídas,
te fuiste volando raudo y veloz de mi lado,
sin una palabra de adiós,
buscando desesperado tu nuevo amor,
que te estaba esperando en el lugar equivocado
y fue tan raudo tu vuelo,
que caíste con tu cuerpo y mente en una mar de escombros,
donde creíste encontrar el amor que esperabas.
¡ pobre hombre desgraciado y tonto!
tus ojos no se dieron cuenta que te ibas de mi lado,
a una cueva profunda y maldita,
donde te iban a dejar en la ruina y destrozado.

Alas caídas,
la vida en sus múltiples facetas,
tú el que decías que me amaba se omnibuló sorpresivamente,
de otra mujer que tus ojos vieron como la belleza máxima,
quien te hirió y te engaño con sus ojos pardos
y maléficos.
¡pobre de ti mi amado ausente!.
Mi lástima te inundó y no te diste cuenta,
nunca más te vi
y ojala nunca te vea más,
pero mi dolor y pena sigue por tu ausencia,
sangrando las heridas de mi corazón,
que aún no han podido cicatrizar.

Alas caídas,
mi vida continuó sin ti
y surgieron mis poemas de amor
y estas cartas que te seguiré escribiendo,
porque el papel blanco me llama
y me pide que vuelque todas mis penas,
mis anhelos, mis pesares ocultos.
Y tú en volandas arremolinadas volaban hacia tu nuevo amor,
ese amor que te dejó en escombros de pobreza total,
te cambió en tu país al que la llevaste,
por otro amor y te dejó en crisis total.
Te lo merecías , tus locuras provocaban en mí,
el más grande dolor, mis manos quedaron vacías,
al quedarme sola.

Alas caídas,
por ti la tristeza me la ha robado la noche.
Era mía, bien mía, pensaba decirla en versos,
darle forma como dan las lágrimas,
forma tibia al dolor de adentro.
Pero estaba clara la noche
y el papel esperó en vano.
Anduve sin ti por las estrellas y el aire
y el olor de las amapolas,
todo era como un corazón tendido a la confidencia.
Y mi tristeza está ahora lejos, lejísimo, en las estrellas altas,
en esa brisa fresca,
que no puedo aprisionar aunque abro y cierro las manos,
está ya fuera de mí.
¡gracias, mil gracias!
soy feliz en mi soledad,
esperando el nuevo amor.

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