Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 5 de abril de 2020

Existir en plenitud


Existir en plenitud,
vivir la vida segundo a segundo
en el Hoy,
con fe en los recuerdos del ayer
y en la oscura memoria de frondas
que ya son pasado,
futuros fueron de innumerables estíos.

Existir en plenitud,
ser feliz en el aire diáfano
y puro dejándome estar en sus brazos,
volar donde ellos vuelen
a sus rumbos marcados,
apoyada en su pecho
donde encuentro resguardo y paz.

Existir en plenitud
es estar en la luz,
entrar en ella,
plena de amor,
en tan dorada dulzura,
sentir que amo
desde los luceros altos.

Irradiar el fulgor de la existencia
que seca las fuentes del llanto
y me estremece de felicidad
en cada instante de vida.

Existir en plenitud
como el nardo juvenil
que guarda los bálsamos de vida
en la secreta lumbre
que alumbra mi corazón enamorado.

Necesito los carismas divinos
de la luz y del canto
para vivir amando,
quiero ser en ti mismo
una huella imborrable
y un recuerdo constante
y una sola verdad.

Existir en plenitud
es ser en tu vida
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
porque llegaste a mi vida
como un susurro pleno
de palpitantes caricias.

Existir en plenitud,
viviendo como en un amplio jardín florido,
donde la brisa que entre las flores
pasa con los cálices
frescos se perfuma mi vida.

Existir en plenitud
cuando la luz matinal brilla
y se irisa entre espumas de aguas puras
y bajo el verde de las tupidas frondas
sobre la grama de la tierra negra.

Existir en plenitud,
contigo a mi lado,
feliz seré mirando a las felicidades
que vuelan de la rama y del pájaro.
Feliz seré por los caminos
que cerrados tenía y tú,
mi amado,
los abriste al amor.

Existir en plenitud,
amando,
acariciando a mi amante
como agua clara que se oye
y ya no se oye,
entre sonido y silencio,
tras la arboleda como vergel prieto y brillante.

Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear
y en plenitud las palabras de amor,
los poemas,
fluyen claros y precisos,
gozando entre sueños,
entre hojas nuevas
que los esperan ansiosas
porque tú las esperas.

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