Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 29 de abril de 2012

El amor y yo








El amor y yo, llega a mi vida en ráfagas intensas haciendo que mi corazón vibre y se agite. Dura tan sólo instantes recordados por siempre.
Me hace falta porque consuela el dolor del vivir en el exsistir de siempre, me amparas sin confines ni lejanías, en templanza infinita me cobijas como el aire al pájaro.
El amor y yo, enamorada de la vida, es un viento que canta, que arrulla, un hálito que se alza puro, antiguo, reciente.
Júbilos y milagros empavesan el ámbito del mundo que soy yo cuando el amor me rodea, me ampara.
Siento el triunfo en mi, feliz en las alas del mundo.
Amor que ha vencido en mí y se lleva mi alma en un gran silencio heraldo de mi suerte.
¿A dónde me llevas amor?. Eres un soplo entre los labios, imitación sin canto de la música, tránsito de humo a la nada.
Amor eres todo para mí, esperanzas, anhelos paz y felicidad.
Amor, entras en silencio ha sido tu primer manera de entrar en mí, tu entrada por mi alma callada brisa todopoderosa aventando los dolores que en vano me poblaban.
Amor, es tan silencioso tu inicio, el de tu imperio que se nota apenas, por tiernas diferencias con la nada.
Amor eres como el cielo entre la noche y el día medianero que parece vacío y que de improviso invade el alma hasta lo profundo y en breves momentos la felicidad y la alegría me inunda.
Amor, y fuiste voz, al fin y tan hermosa que puede confundirse con mirada, voz de lengua alguna, ni de palabras dicha, sólo son teclados donde tocas tu eterna melodía.
El Amor y yo, el imposible que se hace realidad, sin angustias ni temores, sólo esperándolo con ansia locas de sentirlo llegar cuando menos lo espere en un amanecer de aurora.
El Amor y yo, sube por mi corazón, ¿o es acaso por el cielo por dónde sube? Es mi luz cegadora, lo mismo que el sol velando la claridad decisiva con su propio resplandor, llevándome a su irremisible cenit, al mediodía del sino de la mujer que desea amar

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