Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 6 de agosto de 2012

Silencio envolvente

Silencio envolvente que desde el cosmos se acerca, puro y límpido, sin ecos, sin cantos, ni ruidos, mi alma lo espera.
Silencio cambiante que nos lleva a nuestro interior sin pensamientos, sólo a la luz.
Sendero sinuoso que nos conduce a nuestro interior, sin sombras dormidas a estarse como agua pura, ni ola, ni río, ni torrente, agua quieta esperando que pasen alas, nubes, murmullos inquietos.
Silencio cambiante que nos lleva a un mundo grandioso de abismos y valles tendidos en la tierra ignota rodeados de la paz intrínseca sin distancias vistas ni lejanías cercanas.
En el silencio cambiante la tristeza está ahora lejos, muy lejos, en las estrellas altas, en esa brisa fresca, que ya está fuera de mí, sin proyectos que pasan sin preguntas vanas.
Me sumerjo en el silencio absoluto y me siento flotar en el vacío del orbe, libre, sin innombrables luces en lo alto que apaciguan el todo.
Estoy conmigo, muy dentro, en paz en mí ser único e irrepetible, sintiéndome una, una sola unidad, flotando sobre el mundo, salvada de motivos, de orígenes, de críticas.  
Y en este silencio cambiante entre abismos iluminados no canta el mirlo en la rama, ni salta la espuma en el mar es silencio prometido, esperado, necesario, lo que calma, es el proyecto en el alma, el estar sumergidos meditando sin pensamientos complacidos, es sentir más allá de la fuerza externa en nuestro interior que nos vamos a un reino de gran quietud, paz y armonía.
Estamos en nosotros, con nosotros mismos gozando y sintiendo lo que somos inmersos en un vasto mundo nuestro que nos lleva a la plenitud interior.
Estar en el campo de energía nuestra, la interior, la que nos conduce, ir hacia nosotros a nuestro Ser para poder llegar a niveles más profundos del alma y vivir más felices y dichosos.

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